Ha llegado el final de otro curso escolar y, como lo han sido los últimos, de una intensa actividad. Parece que la dinámica creada en los colegios entorno a la cuestión educativa está inmersa en una espiral creciente repleta de múltiples actividades que, por momentos, nos puede proporcionar cierto vértigo. Esta observación personal, para nada negativa, invita a una continua reflexión por parte de los docentes que nos ayude a controlar esta complicada nave inmersa en nuevos tiempos con continuos cambios.
Pero ha llegado el momento de tomarnos una pausa y el verano puede venir bien para aclarar las ideas de cara al comienzo de un nuevo curso.
En este curso acaba de finalizar su andadura profesional nuestra compañera Montse García Carril. Hoy se ha despedido de todos nosotros con las mismas ganas e ilusión de una novata principiante y llena de ideas y proyectos... Personas así se constituyen en auténticas locomotoras del día a día educativo en los colegios.
A continuación, os transcribimos una carta que Montse nos envió recientemente, con motivo de su jubilación, a modo de despedida de todos nosotros.
Hace veinticinco años llegue al Pirineo con mi flamante pareja, un bebé de seis meses y un proyecto de vida lleno de ilusión y de incógnitas. Elegimos esta tierra a medio camino de nuestros respectivos lugares de nacimiento, lejos de nuestras familias y amigos y nos encontramos, además de un lugar maravilloso, una gente acogedora y cariñosa que nos hizo sentir cómodos y como en casa, primero en Villanúa y posteriormente en Jaca. Diez años en la escuela de Canfranc y especialmente los quince en el Colegio Monte Oroel, han compuesto la mayor parte de mi vida laboral como maestra.
Quiero agradecer a mis compañeros y compañeras el haber compartido alegrías, sinsabores, momentos dulces y amargos, ilusiones y desengaños, trabajo y compromiso. Sin su compañía, sin su hombro amigo, nada hubiera sido igual, su amistad ha sido el motor y motivación para entregarme todos los días con ilusiones renovadas a esta hermosa labor de educar, porque la educación es una tarea colectiva.
Quiero recordar a todo el alumnado que en estos 35 años he tenido el placer y el privilegio de verles crecer, tanto físicamente como intelectualmente; de compartir sus descubrimientos y su inocencia, agradeciendo a todas y todos lo mucho que me han aportado y la oportunidad de haber podido corresponderles en alguna medida.
Quiero agradecer a padres y madres la confianza depositada. Su amistad, comprensión, colaboración y disponibilidad, espero no haberles defraudado y animarles en esta difícil tarea que es la educación de sus hijos e hijas.
Inicio una nueva etapa, pero no me puedo ni quiero desprender de todo este bagaje que me ha hecho tan feliz, ya que he tenido el privilegio de poder trabajar en aquello que más me gusta. Llevaré conmigo todos los buenos momentos que he vivido y compartido con tod@s vosotr@s.
A partir de ahora no estaré en la escuela, pero os llevaré siempre en el corazón y desde luego, si alguien quiere algo de mí, estoy a vuestra entera disposición.
“La garantía de una ciudadanía honesta, exigente y activa la da la educación (un arma cargada de futuro). Una educación inclusiva y compensadora, que atiende más a quien más lo necesita, en una escuela pública de tod@s para tod@s”.
Un abrazo a tod@s y hasta siempre.
Montserrat García (maestra de Educación Infantil)